El Ministerio de Ambiente suspendió temporalmente un gran proyecto que estaba rellenando humedales para poner cultivos de arroz. Sin embargo, los usos del suelo en la zona llevan dos décadas sin actualizarse.
El Ministerio de Ambiente suspendió temporalmente un gran proyecto que estaba rellenando humedales para poner cultivos de arroz. Sin embargo, los usos del suelo en la zona llevan dos décadas sin actualizarse.
El 21 de abril de este año el presidente Juan Manuel Santos anunció con emoción la declaración del Complejo Cenagoso de Zapatosa, en el departamento de Cesar, como nuevo sitio Ramsar. Sin embargo, la gran paradoja es que mientras eso ocurría, en la Ciénaga Grande de Santa Marta —ubicada en la costa Caribe colombiana, cerca de la desembocadura del río Magdalena y declarada humedal Ramsar el 2 de febrero de 1998— se escuchaban voces de protesta contra un gran proyecto tecnificado para sembrar arroz que al parecer estaría desecando humedales de este ecosistema. Un día antes de que el primer mandatario colombiano hiciera el anuncio de la nueva área protegida, el Ministerio de Ambiente suspendió temporalmente las obras de esta actividad agrícola en la Ciénaga Grande.
El secretario Cesar Picón, secretario de Desarrollo Rural, explicó desde su cartera y en articulación con el Ibal e Ibagué Limpia vienen trabajando en un proyecto para aumentar el número de toneladas que se aprovechan de los residuos sólidos que se generan en Ibagué.
“Hemos determinado que de las 12.800 hectáreas que aproximadamente se producen en Ibagué mensualmente, menos de un 4% está siendo aprovechada, un porcentaje sumamente bajo frente a otras ciudades del país que hacen una adecuada gestión de sus residuos sólidos”.
Picón puntualizó que se iniciará con un trabajo de sensibilización y capacitación indicando que serán cerca de 800 recicladores los que se beneficiaran con el proyecto.
“Visitaremos muchos barrios, vamos a hacer una ruta selectiva y un plan piloto con el apoyo de las asociaciones de recicladores de la ciudad que entre todos suman cerca de 800 recicladores para ir paulatinamente aumentando el porcentaje de aprovechamiento”.
El secretario explicó que por ahora es un plan piloto pero en la medida que llegue el momento de necesitarse la aprobación del Concejo Municipal se recurrirá con un proyecto de acuerdo.
“Existe una incongruencia «vertical», en el sentido de que los gobiernos aceptan sus obligaciones en materia de derechos humanos pero no adoptan las políticas, leyes y procesos necesarios para cumplirlas. Aún más frecuente es la incongruencia «horizontal», que consiste en que los departamentos y agencias dedicados a la economía o a la empresa que configuran directamente las prácticas empresariales -con inclusión del comercio, la inversión, el crédito y los seguros de exportación, el derecho de sociedades y la reglamentación del mercado de valoresrealizan su labor sin tener en cuenta a los organismos oficiales que se ocupan de los derechos humanos ni las obligaciones de sus gobiernos a este respecto, y en gran parte sin que sus gobiernos les informen. La incongruencia de la política nacional se reproduce a nivel internacional, y esto da lugar a una serie de mensajes ambiguos y contradictorios de los gobiernos y las organizaciones internacionales a las empresas”. (Ruggie, 2009. Informe A/HRC/11/13 del 22 de
abril de 2009 )
El interés para desarrollar la presente investigación surge a partir de la falta de educación ambiental en el contexto social colombiano. Hoy en día la educación ambiental es un proceso
que pretende formar y crear conciencia a todos los seres humanos con su entorno, siendo responsables de su uso y mantenimiento; teniendo en cuenta la ley 99 de 1993 que crea el Ministerio del Medio Ambiente y el Sistema Nacional del Ambiente SINA, en su artículo 5, se crean los planes y programas docentes y el pensum que en los distintos niveles de educación nacional se adelantan en relación con el medio ambiente, en este sentido se debe promover que las personas adopten modos de vida que sean compatibles con la sostenibilidad adquirida, mediante la adecuada exploración, explotación, utilización, y manejo de los recursos naturales.
Uno de los objetivos de la educación ambiental es que los individuos y las comunidades deben comprender la complejidad del ambiente natural y el creado por el ser humano, resultado de este último de la interacción de los factores biológicos, físico-químicos, sociales, económicos, políticos y culturales para que se adquieran los conocimientos, valores, actitudes, destrezas y habilidades que les permitan participar de manera responsable, ética, afectiva en la previsión de la problemática en los cambios climáticos; desde esta perspectiva la educación
ambiental contribuirá a desarrollar el sentido de responsabilidad y olidaridad entre diferentes
2 regiones como base de un nuevo orden nacional para garantizar la conservación, preservación y el ejoramiento del ambiente.
Según una auditoría de la Contraloría, el archipiélago de San Andrés está en riesgo. La filtración de aguas residuales, la contaminación del mar y el eventual desbordamiento de su relleno sanitario serían problemas agravados por la falta de gestión institucional.
El Consorcio Provincial de Medio Ambiente de Albacete ha impulsado el desarrollo de una aplicación móvil cuyo objetivo es el de mejorar el servicio que se presta al ciudadano mediante una app para teléfonos móviles Android en Ios que está disponible para su descarga gratuita en Google Play y App Store.
A través de ella, los usuarios podrán informar de cualquier incidencia que detecten en los programas de reciclaje que tiene el Consorcio por toda la provincia, para lo que los usuarios tan sólo tendrán que incluir una breve descripción de la incidencia, el tipo de recogida al que se debe, así como la ubicación GPS que se toma desde su dispositivo.
Además, si lo desean, pueden acompañar la incidencia con una fotografía, según ha informado en un comunicado la Diputación Provincial de Albacete. Toda esta información es procesada y se hace llegar a los servicios técnicos del Consorcio y, a partir de ese momento, se articulan las medidas necesarias para resolverlas y se mantiene informado al usuario sobre la resolución.
En la Edad Media se pensaba que el fin del mundo iba a llegar con el milenio. Se vivía con miedo, especulando sobre la posibilidad de que un mal terrible azotase la Tierra. Pero, ¿qué está ocurriendo? ¿Por qué volvemos a oír hablar de la llegada de catástrofes ambientales, sociales y económicas? ¿Existen razones suficientes para que los científicos nos asusten? Pues bien, los datos no dejan lugar a duda: sí tenemos motivos para preocuparnos y, sobre todo, para reaccionar.
Nos debe inquietar el futuro de la Tierra porque es el nuestro. Debemos preocuparnos por el agua que bebemos, por el aire que respiramos, por los animales con los que convivimos, por las plantas que nos dan oxígeno y por los mares que nos alimentan. Debemos entendernos como un todo. Éste es el reto de este siglo y seguramente también del siguiente. Ésta es nuestra responsabilidad ante las futuras generaciones, que ya nos están mirando.
Los problemas ambientales relacionados al desarrollo económico y social están siendo desde hace algunas décadas
tomados en cuenta cada vez más. El sistema de producción actual ha conducido a una situación crítica de la que no será fácil salir, aun si se pone el mayor empeño. Hasta el momento las soluciones han venido de la mano de cambios tecnológicos, de anciones, de normativas más estrictas, de establecer impuestos a quien contamine o de subsidios a quien elabore productos ‘verdes’ o amigables con el medio ambiente.
1. Los conflictos ambientales son una de las mayores problemáticas que enfrentan los Estados, la empresa privada y la sociedad civil.
El aumento de los conflictos ambientales en todo el mundo es una realidad y una oportunidad para dar respuesta a tantas pretensiones y resolver tantos problemas jurídicos.
Las principales tendencias de estos son: desarrollo rural y seguridad alimentaria; ordenamiento territorial y recursos naturales (conflictos por la calidad del aire, usos del suelo, recurso forestal, recurso hídrico, ubicación de infraestructura ambiental); cambio climático y participación ciudadana. El crecimiento de los asuntos en materia ambiental es exponencial en todo el mundo(ver gráfica nº 1).
Gráfica Nº 1: Tomada de Atlas de Justicia Ambiental (2018).
2. Colombia el país mega diverso presenta una alta conflictividad en materia ambiental y judicialización de los mismos.
Colombia es un país con alta conflictividad en materia ambiental. A la fecha se encuentran documentados cerca de 95 conflictos de este tipo.
Este número de conflictos lleva a que Colombia se encuentre dentro de los diez países con el mayor número de conflictos ambientales significativos en el mundo, según el Atlas Global de Justicia Ambiental (2018). Los principales litigios ambientales son generados por diferentes tipos de actividades en distintos sectores de la economía (agropecuario o biomasa, infraestructura, energía fósil, fumigaciones, generación de energía, minería y residuos sólidos, ver gráfica nº 2).
Esto refleja la necesidad de iniciar un proceso de diseño de una nueva estructura administrativa que resulte eficaz para abordar la crisis ambiental institucional, pues el Sistema Nacional Ambiental (SINA) carece de rumbo ambiental y se han dedicado a ser verdugos de unos pocos y el aumento de los conflictos ambientales es una muestra de ello.
El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa, recorrió los trabajos de construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Malambo (Ptar), que tendrá la finalidad de procesar las aguas servidas y verterlas, de manera apta, a la ciénaga.
La inversión de la obra es de $21.400 millones, recursos de la Nación y el Departamento. El proyecto fue presentado y gestionado por la Secretaría de Agua Potable y Saneamiento Básico de la Administración Departamental.
La Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter), adjudicó la obra a la Unión Temporal Malambo, con un plazo de ejecución de 18 meses. Los trabajos se iniciaron el 22 de enero de 2018 y la interventoría está a cargo del Consorcio Aguas de Malambo. El terreno fue donado por la Alcaldía municipal.
“Esta es una obra sumamente importante. Malambo pasará del 0% al 100% en el tratamiento de aguas residuales, lo que beneficiará a sus 116.000 habitantes y recuperará, de manera ostensible, la ciénaga porque a su afluente llegarán aguas descontaminadas”, manifestó Verano.
La secretaria de Agua Potable y Saneamiento Básico, Loretta Jiménez, destacó el apoyo del Gobierno Nacional para convertir este proyecto en una realidad.
“Este era un proyecto muy esperado por la comunidad de Malambo y el respaldo de Gobierno Nacional, al responder positivamente a la gestión de la Gobernación, fue determinante para la ejecución del mismo”, indicó Jiménez.
El secretario de Infraestructura de Malambo, Mario Orozco, afirmó que con la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales el medio ambiente será más favorable para toda la comunidad. “Este es un proyecto que anhelábamos los malamberos».
Las estrategias educativas actuales no muestran
indicadores donde se destaque el papel de la Educación Ambiental (EA) en el enriquecimiento de valores para la convivencia colectiva, y en este aspecto, el cuidado de los recursos. Es aquí donde se hace necesario el enfoque prioritario de la materia en entidades destinadas a la educación, para la formación de individuos capaces de asumir, plantear, desarrollar y solventar la problemática ambiental y dar paso al desarrollo humano y al desarrollo sostenible.